Recordando nuestro pasado (Articulo Tomado de: http://www.tintorerias.com/blog/tintoreria/257-recordando-nuestro-pasado-1.html)

 

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levamos mucho tiempo hablando de nuestro oficio utilizando verbos del presente y del futuro, pero…
¿Dónde está el pasado? ¿Qué conocemos de los orígenes de la tintorería? ¿Qué sabemos o conocemos de cómo se trabajada en el siglo pasado?

Vamos a realizar una serie de entregas hablando de este tema, para que valoremos más si cabe nuestro trabajo y también para que sepan comprenderlo quienes al día de hoy lo ignoran.


Hoy, como hace casi 100 años, la tintorería parece para sus clientes “un lugar de técnicas secretas con máquinas que deben quitar las manchas”.

Las máquinas y los procedimientos, o mejor dicho, líquidos utilizados en el “lavado en seco” han sido objeto  de muchos y variados cambios.



Al principio se utilizaba una lavadora (un bombo rotativo) horizontal con tracción por medio de correas de cuero.

El solvente utilizado era la benzina (gasolina ligera) inflamable y explosiva. La fuerza motriz (al principio fué una máquina de vapor y más tarde un potente motor eléctrico) estaba en un cuarto a parte.


Por medio de transmisiones, poleas y correas de cuero la fuerza motriz llegaba hasta el bombo que lavaba, lo mismo que la centrífuga, la cual escurría la ropa y de la misma manera el filtro centrifugal (llamado separador del liquido y de la suciedad).

También se podía destilar, el destilador de “Benzina” del año 1921 se convertía en algunos casos en una autentica “bomba”.

Más tarde se fabricaron máquinas (lavadoras de gasolina) herméticas, en quienes se inyectaba un gas de protección para reducir la posibilidad de una mezcla oxigenada de fácil combustión.


Una lavandería en seco moderna, se componía en los años 40 de:

• Lavadora para White Spirit pesado.
• Cazabotones.
• Filtro con sacos de tejido textil.
• Bomba del filtro.
• Centrífuga.
• Depósito del producto.
• Secadora con radiador y calentado a vapor.
  
  

Durante y después de la 2ª guerra mundial, se fabricaron también destiladores para White Spirit.

Estos equipos eliminaban el peligro de combustión mediante la utilización de una bomba de vacío y destilando con presión negativa (vacío). Por una parte se eliminaba la formación de una mezcla combustible y por otra se aceleraba el proceso de destilación.


El White Spirit se perfiló como el liquido más idóneo para el lavado en seco, la tecnología tenia que avanzar también porque el sistema de las máquinas de transferencia era peligroso, lento e incomodo.

Así se construyeron máquinas lavacentrífugas para evitar el traslado de la ropa lavada desde la “lavadora” a la “centrífuga”. Dos o más motores y poleas de diámetros diferentes permitieron velocidades diferentes para el ciclo del lavado y el posterior centrifugado.

Tomado de www.tintorerias.com