Hablan los líderes de esta industria sobre las expectativas y oportunidades que se abren con EE. UU.
A los empresarios del sector textil y confecciones se les 'hace agua la boca'. Y no es para menos.
Con la aprobación del Tratado de Libre Comercio ( TLC) con Estados Unidos, se acaba el 'temita' de andar renovando cada seis meses las preferencias arancelarias y arriesgándose a que, como este año, estas no sean renovadas, lo que llevó a que los empresarios tuvieran que pagar un arancel para poder entrar los productos a ese país.
"Se establece una plataforma a largo plazo, al no depender cada seis meses de si se renuevan o no esas preferencias", dijo el presidente del Instituto para la Exportación y la Moda (Inexmoda), Carlos Eduardo Botero Hoyos.
El presidente de Fabricato, Juan Carlos Cadavid Gómez, destacó que justamente esta permanencia de las ventajas arancelarias da seguridad a posibles negociaciones que se adelanten con empresarios de Estados Unidos.
Pero esto es solo el comienzo para este sector. El espectro se abre aún más, pues esas preferencias solo aplicaban para ciertos productos como sacos de lana, jeans, camisetas o medias, que solo hacen parte de dos partidas arancelarias.
Con el acuerdo, ahora entrarán 11 partidas arancelarias más, entre las que se encuentran bienes como telas, hilos, ropa para el hogar y para cama, así como maquinaria, entre otros, que podrán entrar allá sin pagar impuesto alguno. Como el tratado es de doble vía, les permitirá abastecerse allá de diversos productos. Y lo que más podría beneficiar a los empresarios colombianos es el tema tecnológico.
Lo cierto es que para esta industria, el TLC es un hecho sin precedentes, pues el sector textil es respaldado por una industria de más de 100 años de experiencia, representa el 8 por ciento del producto interno bruto (PIB) manufacturero colombiano, genera 130.000 empleos directos y 650.000 indirectos, constituye el 5 por ciento del total de exportaciones de Colombia y es el sector de exportaciones no tradicionales más importante del país.
Las ventajas de este TLC para los empresarios del sector van mucho más allá. Botero explicó que no se puede olvidar el tema de la cláusula de acumulación extendida, que no es otra cosa que la posibilidad de que en el futuro las empresas que producen materias primas en Colombia puedan incorporar dichas materias primas en prendas de vestir fabricadas en otros países que a su vez tengan tratado de libre comercio con Estados Unidos, país al que igualmente entrarían con cero arancel.
"Esto da la alternativa de desarrollar mucho más el negocio de Colombia, en el sentido en que envía materias primas a terceros países y viceversa. Por ejemplo, Colombia puede adelantar este tipo de negocios con países como Chile, Perú o México. Sin embargo, esto hay que desarrollarlo", agregó Botero.
Más ventajas
Otro aspecto que podrán aprovechar los empresarios de este sector, dentro de los compromisos de complementariedad, es la 'lista de poco abasto', que también se deberá desarrollar.
Esta contempla que las materias primas que no se produzcan ni en Colombia ni en Estados Unidos se puedan comprar a terceros países con el propósito de que se elaboren las prendas de vestir aquí y se le vendan a Estados Unidos con cero arancel. Igualmente, los empresarios de Estados Unidos pueden hacer lo mismo.
Para los empresarios, es indiscutible que el TLC es una gran oportunidad para el que la sepa aprovechar, sobre todo porque se trata de 310 millones de potenciales compradores que se sumarán a los 40 millones que hay en Colombia.
Pero el presidente de Fabricato advierte que se convertiría en una desventaja si, en conjunto con el Gobierno, no se apoyaran el uno al otro.
"Hay que entender que hay otras cosas para implementar, como las diferentes leyes que se deben tramitar para la implementación del TLC. También está el tema de la infraestructura en materia vial, que sigue siendo de importante atención para el Gobierno", dijo Cadavid.
Empresas se preparan
Aunque muchas empresas ya exportan a Estados Unidos, es indiscutible que, incluso para ellas, el TLC es una buena oportunidad para la que hay que prepararse.
En el caso de Fabricato, por ejemplo, de cara a este acuerdo ha hecho inversiones del orden de los 30 millones de dólares en la adquisición de maquinaria para modernización, que empezará a emplearse el año entrante.
"Es pura modernización, no es expansión", aclara Cadavid.
Asimismo, y dado que las telas en sí mismas, a decir de Cadavid, no son un atractivo, trabajan en alianzas con empresas de confección de Medellín, para, a través de ellas, confeccionar prendas con las telas y los hilos que produce Fabricato y llevarlas a Estados Unidos con cero arancel.
Otro ejemplo es Ritchi. Esta empresa, que produce y comercializa prendas para dama, ha hecho ya inversiones por cerca de 1.500 millones de pesos en nuevas máquinas, pues el acuerdo le abre las puertas a mayores opciones de negocios.
"El TLC es una gran oportunidad para nosotros, por lo que nos hemos venido preparando para aprovecharlo. Hoy vendemos nuestros productos en Miami y Los Ángeles, pero queremos expandirnos más, lo que no podíamos hacer con los aranceles que el sector tenía que pagar. Tenemos grandes oportunidades en Las Vegas, San Francisco y Atlanta, especialmente con nuestros leggins y prendas de control", dijo la gerente comercial de Ritchi, Gloria Suárez.
Por otra parte, hay que señalar que las exportaciones del sector de prendas de vestir y otros artículos textiles confeccionados sumaron entre enero y septiembre pasado, según información del Dane, un total de 708,4 millones de dólares. De eso, 194,6 millones son de prendas y complementos de vestir de punto.
Fuente: http://www.eltiempo.com/economia/negocios/ventajas-para-los-empresarios-textiles-con-la-aprobacion-del-tlc_10745306-4
